Paseando por los jardines encontramos un ámplio abanico de esculturas, parterres y zonas exclusivas para pensar, admirar o simplemente descansar.
Las luces y las sombras son un elemento imprescindible en el ambiente mediterráneo, plagado de frescas sombras y olorosas flores que pincelan cada rincón.
El agua es otro elemento que nunca falta en los jardínes de climas mediterráneos, para dar ambiente y frescura al lugar.
Y no podían faltar las plantas crasas, indispensables en todo jardín de la costa alicantina.
Impresiona el contraste escultórico con el reflejo del agua, dejando entrever el paisaje del fondo.
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