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domingo, 30 de octubre de 2011

Subida Virgen del Remedio 2011

 Como cada último domingo de octubre se realiza la subida,
desde la población, a 11 kilómetros, para dejar en su ermita
hasta el 6 de septiembre del próximo año, a su Virgen.
 Se la recibe cordialmente cercana a la ermita
en procesión multitudinaria todos la acompañan.
 En su trono de viaje la llevan en andas,
rodeada del calor de sus conciudadanos.
 Recibida con el canto de una voz y las notas
de unas guitarras y un acordeón.
Notas que esconden el clamor de las gentes.
 Arropada por los peregrinos que la acompañan se dirige a su casa,
donde pasará todo el invierno y gran parte del verano.
 
 El último adios tras una misa.
El murmullo de la gente quedará impregnado
en las piedras que la cobijan.

sábado, 22 de octubre de 2011

Feria gastronómica 2011 - Utiel


Entre las sombras de los verdes álamos,
con la compañía del kiosko,
la feria de la gastronomía de la comarca
deja escapar sus olores y sabores.
Los productos se degustan con la sonrisa de los expositores,
los aromas de embutidos, sus sabores en el ambiente,

Las texturas de los productos, sus colores,
la vista se come cada pedazo de ellos.

El paladar se regodea con los distintos sabores,
con los caldos de la zona que deja en la boca
los taninos que la tierra elaboró poco a poco. 

jueves, 20 de octubre de 2011

Vides otoñales


 Los campos de vides pintan el paisaje de rojos y amarillos,
cual cuadro impresionista que deja escapar sus colores
en los lienzos de las ocres tierras.
 La luz del atardecer se entremezcla con los pámpanos
acentuando los colores de sus hojas marchitando.
Aún quedan racimas en sus ramas que rompen
los colores otoñales dibujados al trasluz.

Otoño

 Llega el cálido otoño dejando caer sus tenues luces.
Los rayos de la tarde se entremezclan con los colores cambiantes.
Acaricia las ramas de los árboles dándoles un aspecto más noble,
mayor colorido , perfilando sus ramas, sus hojas.

 La hojarasca cubre suelos de campos y montes
cambiando su aspecto ocre a un amarillo rojizo.
Acarician las hojas caidas las briznas de hierba,
los muros de piedra sangran con las enredaderas
que se afianzan a ellos.
Llega el otoño y cambia el aspecto de lo que nos rodea.