En la verde explanada se encuentra concentrado el principal arte de la ciudad: batisterio, duomo y la famosa torre inclinada. Todo rodeado por las antiguas murallas, el camposanto y la ciudad.
Desde el reflejo de los blancos mármoles externos, hasta el recogimiento interior de sus edificios, al explendoroso eco de sus paredes, Pisa embriaga en este trozo de su entorno.