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martes, 23 de julio de 2013

De la ciudad a la playa. Valencia

 Las primeras horas de la ciudad, con sus luces veraniegas.
Paseando por la Plaza del Ayuntamiento, admirando los edificios
de Correos y el Ayuntamiento, con los puestos de flores. 
  Acercarse a la Plaza Redonda, entre antiguos puestos
en una plaza remodelada, bajo la sombra veraniega.

 Pasear bajo la sombra de Santa Catalina
 O admirar la Plaza de la Reina, siempre hirviendo de gente,
o llena de visitantes que se hacen las tradicionales fotografías.

 Visitar a la patrona de la ciudad, la Virgen de los Desamparados.
 Recorrer la Plaza de la Virgen con la fuente del Turia que refresca el lugar.
 Admirar el Miguelete que se estira indulgente de la catedral.
 Andar bajo la sombra de bellos rincones. 
 Y tomar el metro para acercarse al puerto y a la playa.
 El puerto nos deja ver viejos veleros, barcazas, yates....
 
 Y desde el paseo del espigón visualizar la playa de Las Arenas
llena de gente, bulliciosa. 

Pasear por la arena, entre viejas barcas,
entre castillos de arenas que los chiquillos hacen en la orilla.

 O pasear entre las frescas aguas de sus fuentes.
 Observar cada detalle, como la bicicleta atada a una farola.
 Sentarse en una terraza del paseo y deleitarse con una fría cerveza.