Desde la población avanzamos por senderos donde el agua es un elemento principal, corriendo libremente por su cauce, con su sonido característico al caer entre las rocas.
Entre el agua y paredes pétreas, nuestro serpenteante sendero corre alrededor del verdor que la primavera pinta con fuerza.
Los ascensos entre rocas y plantas que pintan el paisaje.
Los pinos rodenos que nos guían en la marcha, muestran sus ramas liquenadas para darnos la bienvenida a nuestro paso.
Un alto en el camino para un pequeño refrigerio y continuar la marcha
Por sendas empinadas entre pinares que a penas dejan ver su altura en la montaña, entre rocas y nieblas se sigue avanzando lentamente.
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